El surgimiento de Belo Horizonte está íntimamente vinculado a esta plaza, que hoy es escenario de importantes actividades culturales, artísticas y sociales. Fue por los rieles que culminan en su estación de tren que llegaron los insumos para la construcción de la capital minera y sus primeros residentes.
En los últimos años, el lugar pasó por un proceso de recualificación que, aliado a las iniciativas populares de ocupación de la ciudad, hicieron que la Praça da Estação se convirtiera en un corredor donde se encuentran espacios apuntados a la promoción de la cultura. Hoy, el lugar reúne innumerables manifestaciones artísticas y sociales, que ocurren no sólo en los interiores de los equipos culturales, sino también en las calles. Hasta hace poco tiempo atrás, las noches y los fines de semanas de la región se venían reflejados por la inseguridad y el abandono. Hoy, lo que se ve es un lugar repleto de personas, transpirando creatividad y pulsando arte y cultura.
